Está en nuestra selección para Bogarra. La Casa Rural La Puentechica se encuentra en Bogarra, en la región de Castilla-La Mancha, y ofrece un patio y vistas al río. El establecimiento tiene vistas a la montaña y está a 21 km de Ayna.
Esta casa cuenta con 4 dormitorios, sala de estar, TV de pantalla plana, cocina equipada con zona de comedor y 2 baños con bidet y lavadora.
La casa dispone de barbacoa. Después de un día de senderismo o ciclismo, los huéspedes pueden relajarse en la zona de salón compartida.
La Casa Rural La Puentechica se encuentra a 44 km de Riópar y a 47 km de Hellín. El aeropuerto más cercano es el de Los Llanos, ubicado a 51 km del alojamiento.
Información sobre el anfitrión
La Casa se ubica al término del municipio de Bogarra hacia los senderos de la Sierra, inaugurando un vasto ecosistema natural. Situada frente al río y en la falda del monte, cuenta con zonas de baño a apenas 100 m. que llenan con el sonido del agua las frescas noches de verano. Además, la Casa forma parte de un proyecto sociocultural más amplio del que puedes formar parte: organizamos talleres, eventos y conciertos gratuitos para visitantes y locales :)
Emplazada en la misma ribera del Río Bogarra, en plena Sierra del Segura (Albacete), La Puentechica es una Casa Rural de tres estrellas verdes que acoge grupos de hasta 10 personas y que financia un Centro Social abierto y animado con eventos, talleres y conciertos gratuitos. Damos la bienvenida a familias, amigos/as y agrupaciones de todo tipo que buscan rastrear y celebrar la naturaleza para hacer florecer ideas, encuentros y experiencias colectivas. ¡Bienvenidas/os a La Puentechica!
Bogarra es un pequeño pueblo albaceteño emplazado en la Sierra del Segura, un medio enormemente apreciado por senderistas, ciclistas, caminantes y, en general, por toda persona sensible a la belleza y a las lógicas del monte. Esta llamada “Sierra del Agua”, habitada por tejones, zorros y cabras montesas, resulta ideal para acompañar las actividades propias de paseos y deportes responsables, respetuosos con la biodiversidad y con las personas que habitamos el pueblo. Ante todo, el entorno natural que nos rodea constituye un verdadero regalo para los sentidos; una experiencia que, lejos de ser el reverso de las extenuantes lógicas urbanas, nos invita a repensar nuestra relación con el medio y a redescubrir formas sencillas y transformadoras de estar en el mundo.