La Palmita House Flat se encuentra en Agaete, a 300 metros de la playa Dedo de Dios y a 500 metros de la playa de Las Nieves, y ofrece alojamiento con WiFi gratuita, aire acondicionado y terraza. Ofrece vistas a la ciudad y a la montaña y se encuentra a 750 metros de la playa de La Caleta.
El apartamento está equipado con 2 dormitorios, 1 baño, ropa de cama, toallas, TV de pantalla plana, zona de comedor, cocina totalmente equipada y balcón con vistas al jardín.
El aeropuerto más cercano es el de Gran Canaria, ubicado a 58 km del apartamento. Se proporciona servicio de enlace con el aeropuerto por un suplemento.
Agaete tiene un encanto especial. Es un pueblo completamente blanco y generalmente seguro. El valle con sus vistas espectaculares y la bodega donde poder degustar uno de los cafes y los vinos mas entrañables de la tierra. Alberga tambien una pqueña iglesia cristiana marinera unica por su belleza. La comida en Agaete es espectacular ya que existen pocos pequeños puertos pesqueros como este, en donde se puede comer pescado fresco cogido del día. En la avenida existen infinidad de restaurantes donde poder elegir y a un precio módico en cuanto a su calidad-precio. De la misma manera Agaete es conocido por sus fiestas tradicionales entre los meses Julio y Agosto, como la Rama en donde el pueblo se convierte en una gran capital, muy ruidosa pero con encanto fiestero, ya que vienen personas de toda la isla para bailar entre sus pobladores y la Banda de Agaete y los distintos conciertos, puestos de ventas, y diferentes eventos. La Retreta es otra de las fiestas importantes donde las personas se quedan toda la noche esperando el volador (cohete de fuego artificial) para seguir bailando hasta las 7 de la mañana. Bailar entre los Papahuevos es otra de las fiestas ya casi extinguidas en el resto de la isla y donde Agaete sigue siendo el artífice de sus costumbres. Una visita inexcusable es a la plaza del pueblo para tomarnos una cervecita, un clipper de fresa, una tortilla de papas, carne de cochino....... y sobretodo los manices que acaban esparcidos por el suelo del Bar El Perola.
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9.5
