El Mesones 54 se encuentra en el centro de Granada, a poca distancia de la catedral de Granada y de la basílica de San Juan de Dios. Ofrece conexión Wi-Fi gratuita, aire acondicionado, tostadora y hervidor de agua. El establecimiento tiene vistas a la ciudad y está a 1,2 km del Museo San Juan de Dios y del Albaicín.
El apartamento tiene 2 dormitorios, TV de pantalla plana con canales vía satélite, cocina equipada con microondas y nevera, lavadora y baño con bidet.
El apartamento se encuentra a 1,7 km del Paseo de los Tristes y a 2,1 km del monasterio de la Cartuja. El aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén es el más cercano y queda a 16 km del Mesones 54.
Información sobre el anfitrión
Edificio reformado en ubicación céntrica ubicado en la Plaza de la Trinidad , esquina con Calle Mesones. Junto a la catedral, vistas despejadas a la plaza y a calle Mesones. Permite disfrutar a pie de todos los puntos de interés de la ciudad. Apartamentos de reciente apertura gestionados por empresa con experiencia en el sector turístico. Atención personalizada en varios idiomas.
HISTORÍA DE NUESTRO BARRIO En el tiempo de los musulmanes este espacio estaba junto a la puerta de Bab-al-Mazda (reconstruida en 1566 y demolida en el siglo XVII) y pegado a la muralla zirí.) Entonces no era más que un gran espacio abierto extramuros de la ciudad. Todavía se pueden observar restos de la muralla en algunos edificios de la calle Mesones. Con la llegada de los Reyes Católicos y la idea de “cristianizar” la ciudad, se empezó a construir en esta explanada, en 1517, la Iglesia y el Convento de los Trinitarios Calzados. El Convento fue terminado a finales del siglo XVIII. De ahí proviene su nombre. La Plaza de la Trinidad empezó su transformación en el año 1820 con la aprobación de la Ley de Suspensión de Monasterios y Reducción de Conventos. Esta ley cedió parte del Convento de los Trinitarios a la Diputación Provincial, que mantuvo aquí sus dependencias hasta 1823. La plaza de la Trinidad es un lugar de paso obligado, un remanso de paz y tranquilidad donde descansar del ajetreo diario. En ella podemos cerrar los ojos e imaginarnos en un claustro de estilo barroco, mientras oímos el murmullo del agua de su preciosa fuente.