La Posada Mirador de Jubrique se encuentra en la montaña, a 1 hora en coche de Ronda y de las playas de Estepona. Cuenta con conexión Wi-Fi gratuita, terraza y habitaciones con balcón y vistas a las montañas.
Las habitaciones son rústicas y disponen de ventilador de techo, TV, armario empotrado y baño privado con secador de pelo y artículos de aseo gratuitos.
El restaurante Taha-Baja sirve desayuno y ofrece comida casera elaborada con productos de la zona. También cuenta con vinos de Ronda.
Los huéspedes podrán relajarse en la biblioteca o en el salón con chimenea. El establecimiento también cuenta con recepción 24 horas y mostrador de información turística. Además, se ofrece servicio de alquiler de bicicletas y servicio de enlace con el aeropuerto por un suplemento. Entre las actividades que los huéspedes podrán practicar se incluyen rafting y avistamiento de aves.
Información sobre el anfitrión
Pequeño hotel familiar con buen trato y preciosas vistas sobre el Valle, traquilo y acogedor, ideal para todas las fechas del año, en otoño por sus bosques de tonos rojizos, castaños, nogales, algarrobos.... En verano para disfrutar de las piscinas naturales del río Genal y excursiones a la playa. El hotel se encuentra a la entrada de la bonita localidad serrana de Jubrique, su situación, sin edificios que puedan estropear las vistas, hace de el un lugar estupendo para disfrutar de las puestas de sol.
Amplia experiencia en alojamientos rurales, disfrutamos con todo lo relacionado con actividades en plena naturaleza y tratamos a nuestros clientes como a nosotros nos gustaría ser tratados. Personal joven y simpático siempre dispuesto a resolver cualquier contingencia.
El pueblo actual de Jubrique tiene su origen en tiempos de dominación árabe. El nombre puede tener su origen en luber, que significa lugar de abundancia, o, tal vez, en lubar, que significa lugar de resplandor. Jubrique, como el resto de municipios de la Serranía, vivió sus últimos tiempos en el Reino Nazarí de Granada a expensas de la suerte de la ciudad de Ronda. Tras la conquista de Ronda, en 1485, y, sobre todo tras la expulsión de los moriscos a partir de 1570, la despoblación fue especialmente cruel con esta localidad que llegó a perder hasta tres núcleos de población; Rotilla, Benamedá y Monarda. En el siglo XVIII aparece la primera referencia clara de Jubrique citándola como Jubrique la Nueva, lo que podría dar a entender que el pueblo tal y como hoy lo conocemos pueda ser el resultado de la unión de los cuatro núcleos en un nuevo emplazamiento, tras la repoblación con gentes venidas de otras tierras. Jubrique es un lugar para conocer sin prisas, para saber ver, ya que no solo con una pasada se puede apreciar la belleza que esconde.