La Hospedería Santa Cruz se encuentra en el Valle de los Caídos, a 20 minutos en coche de San Lorenzo de El Escorial, y ocupa un edificio histórico en una ubicación única.
Todas las habitaciones están equipadas con escritorio, armario, calefacción, suelos de madera y baño privado. Además, ofrecen vistas al monumento de la Cruz de los Caídos o a la Sierra de Guadarrama.
Este establecimiento es amplio e incluye instalaciones para reuniones y salas para banquetes, así como 2 auditorios y una biblioteca. Hay un restaurante con vistas a la montaña y a la Cruz de los Caídos. El establecimiento alberga un salón compartido y un jardín, y prepara almuerzos para llevar, bajo petición. Se proporciona WiFi en las zonas comunes.
Madrid se encuentra a unos 40 minutos en coche.
Información sobre el anfitrión
La Hospedería Santa Cruz se encuentra dentro del conjunto monumental del Valle de los Caídos, aunque estratégicamente apartada del circuito meramente turístico. Está tan solo a 58 kms. de Madrid, 70 de Ávila, 54 de Segovia y 15 de San Lorenzo de El Escorial. A unos minutos en coche hay un campo de golf, un centro comercial y de ocio y otros atractivos turísticos.
La Hospedería, rodeada de una naturaleza de belleza incomparable y abierta al público casi todo el año, sirve como casa de ejercicios espirituales, centro de convenciones, cursillos, residencia de descanso y de estudiantes que preparan oposiciones, etc. En la hospedería se puede disfrutar de un tranquilo descanso y de paz en un entorno privilegiado, que permite múltiples actividades al aire libre.
En el extremo noroeste del Valle, se encuentra un risco granítico (como la mayoría de los de la zona). Es el Risco de la Naranjera (1604 m), donde limitan las provincias de Ávila y Madrid, correspondiendo al municipio de Peguerinos la parte abulense y San Lorenzo de El Escorial la madrileña. Desde este Risco se puede disfrutar de una de las mejores panorámicas del conjunto monumental del Valle de los Caídos. A una altura de 1650 metros se encuentra ubicado el "Pozo Real de las nieves de Cuelgamuros". Construido en 1609 y felizmente restaurado en 1985, servía para almacenar la nieve que caía en invierno y principios de primavera para dotar de hielo a la Villa y Corte de Madrid durante todo el año. Gracias a su ubicación dentro de la finca y a la restauración antes aludida, es uno de los pozos neveros que mejor se conservan de los existentes en la Sierra de Guadarrama. Tiene 14 metros de profundidad y 8,5 metros de diámetro. En su interior se apelmazaban 20.000 arrobas de nieve o lo que es lo mismo, unas 230 toneladas de nieve.
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