Pros: La ubicación está en pleno centro, aunque la calle en sí es un poco sórdida, pero enseguida se sale a otras más amplias. Además tiene muchos comercios cerca (Carrefour a un par de minutos). El piso es amplio (al menos para 2) y para estar tan céntrico no está mal de precio.
Contras: Es un piso bastante lúgubre y con un ambiente húmedo. La cama no es muy cómoda y no se descansaba bien. Se escuchan ruidos por todos lados, de los bares, de los vecinos (que escuchan música a todas horas)... El wifi: cuidado con él, porque según dónde estemos en el piso, es posible que haya que cambiar de red o que no coja ninguna (ojito con los datos, que os quedáis sin ellos en menos y nada). El baño hace también mucho ruido (suena un extractor al encender la luz), y las puertas, a las que no les vendría mal un poco de aceite. Los enchufes: la mitad no funcionaban, uno que sí soltaba chispas al meter cables y apenas había (tenía que desenchufar la luz de la mesilla para poder cargar el móvil). La tele no sintonizaba casi ningún canal. La del salón unos alguno más que la del dormitorio, pero no se veían ni las televisiones nacionales. La cocina: está muy bien que se pueda cocinar, y no digo que tengan todo tipo de enseres y comestibles, pero es que apenas había nada. 4 o 5 platos, un par de vasos, otro de tazas y unos pocos cubiertos, entre los que no había ninguna cucharilla pequeña. Si suponemos que alguien habrá dejado un poco de sal o azúcar o cualquier otro condimento o "pequeñeces" tipo infusiones, café... mejor no lo supongamos, porque no hay nada de nada. El micro tiene un plato que no le corresponde así que a veces no gira bien. Usé el tostador y tenía que dejar el botón pulsado porque estaba roto y, si no, no calentaba.
