Pros: Por empezar por algún sitio, el buffet es una maravilla, mucha variedad tanto en dulce como salado, mucha fruta y zumos. Además se puede contratar allí mismo sin problemas y avisar en el momento. Las habitaciones tienen minibar, algo que se agradece por si te apetece un zumito o un agua sin tener que salir de la habitación. A mi perrita la trataron como una reina, le pusieron un cesto, comidita y cuando llovió nos facilitaron una toalla para poder secarla porque la pobre estaba empapada. En el buffet nos atendieron Inma y Manuel, que nos ayudaron en todo momento con la silla de ruedas de mi padre al igual que su compañero Rubén en recepción que siempre nos atendió con una sonrisa y nos indicaba que ruta era mejor tomar con la silla de ruedas. Su compañera, con quién hicimos el checkin también fue muy amable, por desgracia no recuerdo su nombre pero quería agradecerle también. El personal de limpieza mantenía el hotel limpio todo el tiempo y las habitaciones muy cuidadas, se agradece. En definitiva, ha sido una grata experiencia que sin duda volveremos a repetir.
Contras: La única pega es que aunque el hotel en sí está adaptado para movilidad reducida, no hay rampa alguna en la acera que lo rodea. Hay un pequeño escalón pero que con una silla eléctrica es difícil subir. La ducha también tiene un pequeño escalón, mucho menos que el de fuera pero también se nota, se puede subir pero a lo mejor a ras del suelo sería más accesible.
